En los tiempos en que vivimos, en los que todo tiene que ser documentado y expuesto en las redes sociales, era cuestión de tiempo que los selfies sexuales llegaran a nuestra vida. Hacerse una foto y publicarla para que todos tus contactos sean conocedores de tu actividad sexual es la nueva moda, en total contraposición con la discreción de la contratación de escorts de Madrid o escorts de Barcelona, las grandes ciudades en que se ofrecen estos servicios.
Una vez abierta la veda nos podemos encontrar en las redes sociales con cualquier tipo de selfies sexuales. Desde aquellos que se realizan auto fotos con alguna pose erótica o enseñando más de lo debido, por el mero placer de sentirse bien y quizás provocar cierto placer entre otros, aunque no se sepa quiénes; hasta fotos demasiado explícitas sobre la actividad sexual de cada uno. Son tiempos en los que todo se muestra, para demostrar lo que se hace o para tratar de disimular determinadas carencias.
Mientras unos apuestan por no dejar nada en la intimidad hay otros que prefieren disfrutar de la compañía de profesionales y no airear sus relaciones. Esto viene demostrado por el hecho de que son cada vez más los hombres que contratan los servicios de escorts en Madrid o de escorts en Barcelona. Se trata de un negocio basado en la discreción y que cada día está más en auge.
El hecho de que después de haber mantenido relaciones sexuales con tu pareja -incluso durante el proceso- tu principal preocupación sea hacerte un selfie para subirlo a las redes sociales es visto con cierta curiosidad por los psicólogos. Se trata de un momento íntimo en el que se supone que lo que se quiere es mantener esa intimidad con el compañero de cama. De ahí que se empiece a creer que el publicar este tipo de foto se ajusta al refrán español 'dime de lo que presumes y te diré de lo que careces'.
Concretamente hay estudios que apuntan al hecho de que los selfies son una muestra del abandono sexual que sufren aquellas personas que los publican. En el caso de las auto fotos sexuales podrían verse como una llamada de atención al no estar plenamente satisfecho con sus relaciones y buscar los aplausos y la admiración de los amigos.
Atrás quedaron las quedadas al día siguiente de conocer a una chica para contarles a los amigos qué tal había ido la noche. Publicas una foto y todos tus contactos estarán al tanto de que acabasteis juntos, pero no sabrán realmente si el sexo fue bueno.
Las empresas que gestionan el contacto con este tipo de acompañantes garantizan una experiencia satisfactoria en función de lo que demande el cliente. Existe la posibilidad de elegir tanto las características físicas de la chica que le preste servicios como las intelectuales. Y en el caso de querer pasar a mayores también se tienen en cuenta las preferencias sexuales del cliente.
La satisfacción está prácticamente garantizada, pero también la discreción. No aparecerán selfies sexuales en las redes sociales por esta razón, pero también por otra. El hombre no sentirá la necesidad de obtener el visto bueno o el ánimo de sus contactos subiendo un selfie con la chica.
Su confianza estará más que colmada, por las nubes que se suele decir. No necesitará que otros le den la enhorabuena por lo que ha hecho ni buscar su aprobación. Él se sentirá satisfecho, tanto que guardará celoso su intimidad y no tendrá ganas de airearla en las redes sociales para que otros sepan de ella.