A todos, hombres y mujeres, jóvenes y ancianos, nos gusta fantasear con el sexo. Aunque existen muchos tipos de fantasías y variadas, lo más común es fantasear con que nos desean y somos seducidos, normalmente, por una persona muy atractiva. Es decir, raras veces nos excitaremos pensando que quiere tirarnos los tejos la fea del barrio, aunque sobre gustos no hay nada escrito y seguro que alguna persona habrá que encuentre encantadora esa idea. Pero casi todos soñaremos con la tía buena que vive en el tercero, la chica que deja vislumbrar las bragas cuando pasea haciendo la compra en el supermercado o la que directamente exhibe su tanga en el pupitre de la clase. Son especialmente atractivas las profesiones, porque soñar despiertos con enfermeras, psicólogas, secretarias o jefas nos sitúa en una posición de dominación o sumisión que añade un plus de morbosidad al asunto. Las fantasías más calientes y excitantes las han hecho realidad las escorts en Barcelona
Las fantasías sexuales son muy positivas y maravillosas porque en ellas somos dueños. Nosotros decidimos quién, cuándo, dónde, cómo y de qué manera y hasta qué límite queremos que nos manipulen física y emocionalmente. Nosotros marcamos las reglas. Hasta el punto de que, en las fantasías sexuales, no hay espacio para el miedo, sino exclusivamente para el deseo, de ahí lo maravilloso de fantasear con el sexo, que gozas de una libertad plena. Puedes fantasear con tu pareja o sin ella. Y es que, en tu imaginación, nadie manda, ni siquiera tú.
Entre las fantasías más light y comunes está la de hacer el amor con la pareja en distintos lugares donde, habitualmente, el pudor nos lo impediría. Como por ejemplo, en la playa, en casa de un amigo, en un avión o en una reunión de trabajo. Siempre se trata de hacer explotar nuestra pasión ante el peligro de ser vistos, dejando sentir nuestro ímpetu exhibicionista que, aunque la mayoría de las veces dejamos dormido, todos escondemos en nuestro interior. Nos gusta dar envidia en cuestiones de sexo. Hacer el amor y alcanzar el éxtasis frente a la mirada envidiosa de otros aumenta la excitación. Otras maneras de encender la chispa de nuestra libido es imaginarnos teniendo sexo con un amor del pasado. Está presente el deseo de sentirnos superiores e inolvidables. Otro modo de aumentar el placer es imaginarnos probando cuantos más juguetes sexuales mejor. Y es que para algo se han hecho ¿no?
Hay fantasías, como las descritas, que no tienen nada de especial; sin embargo, no siempre tenemos a una pareja que esté dispuesta a aceptar llevarlas a cabo. Lo cual aumenta aún más nuestro deseo. Sucede lo mismo con el sexo oral. Parece una práctica muy generalizada, pero lo cierto es que no son muchos los afortunados que pueden gozar de él, ya que están solos o sus parejas se niegan a probarlo. Cualquiera muere de placer, por otro lado, cuando tienes delante a una persona, del sexo que sea, que no puede reprimir sus ganas de hacerte el amor. Y es que sentirse deseado para el sexo es la mayor inyección de autoestima que uno pueda recibir, aunque no esté bien visto reconocerlo. Desde adolescentes soñamos con ser dominados o secuestrados, no es una perversión, es solamente el deseo sexual que juega a sentirse libre.
Otra fantasía habitual del hombre es tener sexo con dos o más mujeres a la vez. ¿Cuál es la tuya? Las escorts en Barcelona están dispuestas y deseosas de hacer tus fantasías realidad. ¿Te animas? Con ellas, tu imaginación no tendrá límites. Placer garantizado a manos de las profesionales del sexo.