En contra de lo que muchos piensan, el desnudo no es lo que provoca la mayor excitación. Es cierto que una gran mayoría de los hombres se excita y experimenta una erección ante la visión de la mujer desnuda. Sin embargo, hay un mayor placer escondido en esas partes del cuerpo que no se muestran, sino que se insinúan, como la promesa de un premio final en el juego de la seducción. Dicen que cuando se viaja, si el destino es emocionante, lo mejor del viaje es el trayecto. En el sexo sucede lo mismo. A nadie se le escapa que la penetración, o que la felación o masturbación y el orgasmo, son recompensas muy ansiadas. Pero el placer puede prolongarse mucho más, y el éxtasis lograrse mucho más intenso, si los juegos previos se realizan con calma. En este punto, la lencería tiene un papel destacado en el excitante mundo de un encuentro sexual. Hay gustos de todo tipo. Incluso hombres que se excitan con ropa interior de lo más vulgar. Aunque el sector de la lencería ha encontrado en esto de las artes amatorias su filón. ¿Cómo se puede seducir a través de la lencería? Las escorts de Barcelona son las amas del sexo, del placer y conocen de fábula el encanto de la lencería para conquistar.
Antes que nada hay que decir que cualquier prenda de vestir puede ser potencialmente un arma de seducción. Y es que el secreto no está en la prenda, sino en la persona que la luce y, sobre todo, en cómo la utiliza. No obstante, hay una serie de prendas que realmente causan un especial impacto en el varón ávido de sexo. Por ejemplo, un tanga de encajes, en colores oscuros. Los tonos negros, rojo, burdeos o cafés son los más aconsejables para conquistar. Complementamos con un sostén de media copa que deja entrever parte de nuestro tesoro y terminamos el atuendo con unas medias a media pierna.
Tan importante como llevar ropa sexy es moverse con la mayor sensualidad. Y, sobre todo, cien por cien eficaz para calentar motores es hacerle saber al hombre que llevas lencería coqueta y atrevida, por ejemplo, confesándoselo al oído mientras se le muestra el tirante del sujetador, o exhibir una parte del tanga a modo de pequeño aperitivo para abrir boca y echar a volar su imaginación.
Si es esencial que la mujer se sienta a gusto en el momento de la seducción y el sexo y se contonee como una amazona excitada delante de su hombre, es básico elegir una lencería cómoda y acorde al cuerpo que la va a vestir. Esto pasa por escoger una lencería en función del cuerpo y curvas o atributos de la mujer. La mujer actuará destacando lo mejor de ella y lo que enloquece a él. Los sujetadores con transparencia aumentan visualmente el tamaño de los senos. Si el hombre adora el trasero de la mujer, lo ideal, un tanga o braga con poca tela en esa zona.
Cada mujer tiene su lencería. La mujer atrevida y pícara, escogerá la ropa interior en color negro o rojo, con apertura en sitios clave, como los senos o el trasero. En cuanto a los tejidos, el cuero, la seda o el algodón son los mejores. Los encajes y transparencias siempre son válidos, en caso de que la mujer no resulte tan amante del sexo extremo. Si estamos ante una mujer tímida o romántica, los tonos claros con lazos y tacto sedosos, trasladarán al hombre a la fantasía típica de la colegiala inocente pero traviesa una vez descubre las lindezas del sexo.