Todos sabemos lo que es una prostituta y si buscas prostitutas en Barcelona seguramente tienes más o menos claro dónde acudir para satisfacer tus deseos sexuales. Sin embargo, no solo de sexo vive el hombre, pese a que la fama masculina haya caído por esos derroteros. Nosotros necesitamos algo más allá de gozar de un rato de placer en la cama. A menudo, una relación sexual nos sabe a poco y es que nada puede sustituir a la sensualidad que contiene un gesto de ternura, una buena conversación e incluso, yendo más lejos, la magia que contiene una cena en buena compañía. Luego de eso y al terminar la cena, sí puede venir el sexo. O no. Si te apetece probar algo nuevo, prueba con escorts de Barcelona .
Hay muchas razones por las que un hombre busca la compañía de una señorita. Puede ser por sexo, porque se sienta solo, porque tenga problemas de inseguridad y necesite verse acompañado para no desentonar entre sus congéneres. Y es que esta sociedad ha impuesto unas normas que conllevan la necesidad de estar emparejado. Cenas de trabajo, quedadas en grupo, etc. Muchas personas no han tenido la suerte de encontrar pareja y, lejos de gozar de la soltería, terminan acomplejados y aislados porque no se atreven a acudir a eventos al encontrarse sin compañía.
La solución puede ser contratar una escort. Se trata de una chica, a la cual contratamos con el objetivo de que sea nuestra acompañante. Esta escort nos acompañará a cenas de trabajo, reuniones, fiestas, o simplemente a un viaje. Puesto que lo que se solicita es mucho más que sexo, las características que debe reunir la persona a la cual contratamos como escort varían respecto a las de una prostituta convencional. En este caso, buscamos a una persona que tenga buena presencia y un nivel de estudios elevado o al menos aceptable.
Hay quienes comparan la figura del escort con la de la geisha, ya que son muchas las cualidades que apreciamos en la señorita que nos acompaña, más allá de tener un cuerpo bonito o una personalidad viciosa en cuanto al sexo. Contratar a una chica gfe (girlfriend experience) incluye la posibilidad de tener sexo, pero también pasar un rato agradable, interesante y enriquecedor. Como si quedases en una cita a ciegas, pero de un modo mucho más relajado que cuando conoces a alguien en un portal de citas, ya que en el caso de la gfe no necesitas impresionar a nadie. Tanto que quieras hacer una cosa como otra, estará previamente pactado. Por lo tanto, adiós vergüenza y adiós inseguridad.
Las prostitutas elegantes, guapas, divertidas, inteligentes y simpáticas ya no se limitan a la gran pantalla. Si eres de los que soñaban con una Julia Roberts como la de Pretty Woman, puedes hacer tu fantasía realidad y disfrutar de lo que se siente estando al lado de una señorita linda, elegante, discreta, educada y cariñosa. Todo lo demás, lo decides tú.
En los últimos tiempos los servicios de chica gfe se están demandado mucho. Las tarifas de estas muchachas de compañía suelen ser más altas que las que se pagan por el simple sexo. Aunque debes saber que si lo que vas buscando es precisamente eso, sexo, tienes que especificarlo, ya que en la actualidad hay servicios gfe que excluyen el sexo y únicamente ofrecen chicas para compañía. Si además de sexo vas buscando compañía y relacionarte sin tapujos con mujeres afines a ti sin pretensiones que vayan más lejos que un rato de ocio, los servicios de escort y gfe que puedes encontrar en Barcelona te encantarán. Y repetirás.